domingo, noviembre 26, 2006

Me han dicho...

que siempre voy solo (sobre todo al baño)
que no deberia ser tan timido (ni tan alto)
que es bueno tener amigos (pero mejor es tener buenos amigos)
que no vaya tanto a mi bola (mejor a la mia que a la de los demas)
que socialice un poco (no me gusta el socialismo)
que me rodee de gente (no, que me pegan)
que hable e intercambie opiniones (ya si eso luego...)

Que no me sentiré tan solo. (la soledad no es solo falta de compañia)


Tambien me han dicho que no plagie ni parodie post de otros blogs, pero se hace desde el cariño. ;)
Ahora en serio, demasiada gente lleva demasiado tiempo diciendome demasiadas cosas que no me gustan demasiado.
Por ejemplo: Todo tipo de indirectas, directas e insinuaciones sobre mi condicion de soltero.
Mis vecinas, marujas ellas, y mis vecinos, marujos ellos, no paran de preguntarme por mi novia. No preguntan si tengo novia, lo obvian, lo cual provoca la consiguiente explicacion y correccion al respecto.

- Y tu novia que tal?
- No tengo novia, vecina.
- Ah, no?
- En realidad si, pero me gusta mentirte, como cuando digo que me alegro de verte...

Vale, es una conversacion con un poco de ficcion, pero basicamente es algo asi.
En el caso de la familia (tias, primos, etc.) directamente preguntan cuando van a ir de boda, con identica respuesta que a mis vecinas.
En resumen, es un poco meter el dedo en la llaga. Es como preguntarle a un parado que como le va en el trabajo o a un parasito universitario que cuando termina la carrera.

La otra cosa que me dicen, y esta ya es mas seria, es que se me ve desanimado, desmotivado y desganado. Mas triste de lo habitual, pese a que lo intente disimular.
Lo que venia siendo "ultimamente" se ha convertido en "desde hace meses".
Que esas cosas las diga yo, pues es normal. Solo hay que leer el blog y ver que uno de cada cuatro post es un lamento (o la critica de alguna peli) y que se han ido repitiendo durante todo el año hasta hace un par de meses.
Pero cuando yo creo que no me va tan mal, aunque todo siga igual, y la gente me dice esas cosas... pues te lo acabas creyendo. Porque me lo dicen en el trabajo, que ven dia a dia. Mi familia no me lo dice porque pasa de mi culo, pero mis amigos si; Ella me lo viene diciendo desde despues del verano.
Por cantidad de opiniones similares ya empiezo a pensarlo, y termino de creermelo cuando alguien que me conoce muy bien me lo dice pese a que yo diga lo contrario.
Asi que nada, hay que hacer caso a la gente, como decia antes hay que intercambiar opiniones y, si todo el mundo me ve mal, entonces es que estoy mal.
Las razones? Las de siempre, digo yo. Yo soy un mandao, si hay que estar mal, pues se esta. No voy a empezar ahora a llevar la contraria a la multitud.
Si tienen razon significa que miento tan bien que he conseguido engañarme a mi mismo, o que he bajado tanto mis metas que con respirar y dormir tumbado ya siento que llevo una vida plena.
Sea como sea, y eso es habitual, la gente que me rodea dice que estoy mal pero ni Dios mueve un dedo para solucionarlo.
Y eso si que me jode...

martes, noviembre 21, 2006

Son sueños...

Ahora voy a contar un sueño que he tenido hoy. Sinceramente lo hago mas por plasmarlo de alguna forma y despues recordarlo que por compartirlo, pero no hay que ser egoista.

El sueño comenzaba en mi trabajo, como no. Un compañero y yo le mostrabamos a unos clientes las instalaciones. En ese momento estabamos en el ascensor, maravilla de la tecnica e inviable en la vida real. Maravilla tecnologica porque carecia de sistemas de poleas ni contrapesos. Inviable porque se trataba de un enorme piston, algo asi como una plataforma sostenida sobre una columna que sube o baja por pura fuerza. La plataforma no poseia paredes, ni vallas, ni asientos ni nada de nada. Todo blanco e impoluto. Era tan futurista como peligroso.
El hueco del ascensor era mas amplio que la plataforma y unos pequeños salientes con puertas mecanicas servian como entrada a los pisos.
Mientras mi compañero hablaba yo hacia el tonto por la plataforma, saltando del ascensor a los salientes y divirtiendome cual niño. Vamos, como en la vida real pero sin modernidades.
Llegado un punto sucedio lo que suele suceder en los ascensores: un problema tecnico. El ascensor comenzó a subir sin detenerse y a una velocidad excesiva. Sobre nosotros tan solo estaba el blanco techo y nuestra escapatoria era saltar al vacio y esperar caer en un saliente antes de manchar de rojo el lejano suelo.
Pero la inercia era la inercia, y antes de nos diese tiempo a reaccionar ya teniamos el techo tocandonos. Tanto es asi que cuando veia mi muerte como un hecho me sorprendí a mi mismo luchando contra el potente piston. Con la espalda apoyada en el techo y las piernas flexionadas intentaba contrarrestar el empuje del ascensor. Y no era el unico, ya que mi compañero estaba haciendo lo mismo mientras que los dos invitados se dedicaban a gritar y llorar presas del panico.
Sabedores de que si el ascensor recibir una fuerza opuesta se detendria, por seguridad, viva la paradoja; hicimos un esfuerzo sobrehumano, y doloroso, que solo se hace cuando la vida esta en juego, y logramos que la maquina cediese medio metro. Tras eso comenzó un lento descenso para evitar aplastar aquello que le habia frenado. Definitivamente no estaba hecho para transportar personas.

Despues de tan estresante dia volví a mi casa. Para no cansarme tanto hice el trayecto de vuelta levitando, nada como viajar sin usar los musculos para reponerme del ataque del ascensor. Mientras flotaba a ras de suelo camino de mi casa aparecio una mujer con un perro. El can, al verme, comenzó a ladrar y tuvo que ser sujeto por su dueña. Seguí mi camino y me topé con otra perro y su dueño. Mas ladridos sin razon aparente.
Ya cerca de mi casa se repitieron los hechos, un enorme perro se acerco a mi ladrando y comenzar a babearme la mano, intentaba mordisquearme pero apenas tenia fuerza. Dejé de levitar y el perro pasó de mi. Asociacion basica de hechos, causa y efecto.
Frente a mi portal se cruzó en mi camino el enesimo animal. Nuevamente mi mano fue presa de una debil mandibula y otra vez cesó el ataque cuando mis pies tocaron el suelo. Efectivamente, causa y efecto.
Una vez descubierto que a los perros no les gustaba mi sobrenatural metodo de transporte decidí recorrer a pie los seis metros que quedaban hasta mi casa. En las manos algunos arañazos, pero sobretodo una buena cantidad de repugnantes babas.

Al llegar a casa me dirigi a mi habitacion, pensaba dejar las cosas e irme a ver a mi hermana.
Hermana que en realidad era hermanastra, cuando mi madrastra nos abandonó ella decidio quedarse con nosotros. De hecho me atreveria a decir que decidio quedarse conmigo, porque mi padre y mi hermano le hacian tanto caso como su madre biologica. Madre a la cual no le importó perder a una hija, una carga menos y un boca menos que alimentar. Algo muy importante si, como en ese caso, tu prioridad es el dinero.
Mi hermanastra, casi diez años menor que yo, era una chica reservada, timida y temerosa de la vida. Habia sufrido siempre mucho y todo lo hacia con la meta de exponerse lo minimo posible a cualquier tipo de daño emocional. Lo cual, por desgracia, tambien le mantenia alejada de las cosas buenas.
Siempre se protegia en mi y yo la protegia, pienso que por ser tan parecidos o porque en realidad nos protegiamos mutuamente. Para no tener la misma sangre era sorprendente lo unidos que siempre hemos estado.
Bien, me dirigia a mi habitacion cuando vi una mancha roja en el suelo, supe que se trataba de sangre cuando vi un pequeño rastro que seguia hasta el cuarto de mi hermana.
Me temi lo peor y corri hacia alli, al abrir la puerta mis temores se hicieron realidad. Ella estaba en la cama, inmovil, con las sabanas teñidas de rojo y los brazos, tambien ensangrentados, extendidos hacia los lados.
Llegué hasta ella y la cogí por los hombros, reaccionó, estaba viva! Vi que todo su cuerpo estaba lleno de cortes, no eran profundos pero tardarian semanas en desaparecer por completo. Los mas graves eran los de los brazos, en las muñecas el corte era mucho mas profundo y la hemorragia provenia de esas heridas.
Supe que no estaba muy grave cuando intento zafarse de mi. Yo queria tapar sus heridas para que dejase de perder sangre pero ella no queria que otra vez la salvase.
Creo que jamas he sentido tanto miedo por perder a alguien. Por increible que parezca tuve mas miedo en ese momento que cuando mi vida peligraba horas antes.
Mientras intentaba calmarla gritaba a mi padre y a mi hermano para que trajesen vendas, puede que necesitase puntos de sutura, pero estaba cegado por el objetivo de detener el proceso cuanto antes y la logica no reinaba en mis pensamientos.
Mi padre observaba la escena desde la puerta, ignorando mis gritos y mirandonos como si fuesemos unos desconocidos.
Mi hermano, por su parte, estaba buscando en un cajon de mi hermana algo de valor que se pudiese quedar, dando por hecho el exito del suicidio.
Por suerte para la unica persona que me importaba de esa habitacion no hubo que lamentar nada mas. Durante las semanas siguientes no me separé de ella. Dormiamos juntos a peticion suya, para sentirse segura imagino. Yo no me negué ya que eso me daba la oportunidad de evitar cualquier nueva tentativa.
Por las noches hablabamos, yo intentaba quitarle de la cabeza todas esas ideas negativas, hacerle ver que no todo es malo y que la gente no es el demonio. Pero no era la persona mas adecuada para dar esos consejos, sobretodo habitando los dos en una casa de extraños y tan solo teniendonos el uno al otro.
Al cabo de un par de semanas conseguí que saliese de casa, era verano asi que dabamos paseos, comiamos helados y sobretodo nos reiamos mucho.
Poco a poco se fue haciendo mas alegre, y aunque mi intencion no era cambiarla por completo, el resultado fue muy positivo. Aun asi todavia se quedaba a veces encerrada en su habitacion leyendo o sencillamente pensando rodeada de oscuridad.
Antes de que acabase el verano sabia que podia confiar en ella, asi que dejé de dedicarme enteramente a mi hermana y comencé ocuparme un poco de mi vida.

Todavia no habia terminado el verano cuando mi novia y yo nos dirigiamos a una merienda campestre con sus amigos.
Mi novia, la actual, se habia mostrado comprensiva con todo lo ocurrido y con mi cambio de prioridades. Incluso estabamos de acuerdo en que esa pausa hacia que volviesemos a estar juntos con mas ganas que nunca.
Los amigos de mi novia no me gustaban, no eran malas personas, solo era que no acababa de sentirme integrado. Era un grupo cerrado, casi elitista, que tampoco hacian mucho por mi participacion en sus conversaciones, actividades o, sencillamente, vidas.
Mi novia lo sabia, pero tambien sabia que yo me sentiria mal alejandola de sus amigos. Y tampoco pasaba nada por una tarde aburrida que tuviera.
Durante esa tarde llamé a mi hermana, mas por asegurarme de que estaba bien que por otra cosa. No podia olvidar que estaba sola en territorio enemigo.
Al dia siguiente volvimos a quedar con los amigos de mi novia, se supone que ibamos a quedar con mis amigos pero estabamos invitados a un cumpleaños, asi que no nos podiamos negar.
Ella me convencio prometiendome que me compesaria, yo sencillamente me resigne.
Cuando estabamos comiendo me disponia a contarle a uno de los invitados mi vida de las ultimas semanas, pero como no parecia tener ganas de prestarme atencion decidí abandonar ese mundo y despertarme diez segundos antes de que sonase el despertador.