miércoles, junio 29, 2005

Un dia cualquiera...

Hoy parecia que iba a ser un dia normal en mi vida. Uno de esos dias que no ganas nada, ni lo pierdes ni lo cambias.
Serian las 09:00 cuando sonó el telefono, me cagué en quien llamaba y en sus proximas tres descendencias y respondí a la llamada. Era no se quien del trabajo, que no abria la empresa porque el jefe habia muerto. Mi respuesta fue la mas logica en estos casos: Y mañana hay que ir?
Me contaron que el jefe habia sido asesinado por su amante de 15 años, la habia dejado embarazada y ahora no queria hacerse cargo de ella. Asi que la niña si se hizo cargo de él, doce cuchilladas entre el rostro y el cuello. Una pena.
Sabiendo que tenia el dia libre decidí darme una vuelta por Madrid, dicho y hecho llegué al tren.
En la estacion habia dos niñatos muy simpaticos, como yo solo era uno se pusieron a decir no se que de mi. Asi que yo, muy amable siempre, me acerqué a ellos con una sonrisa de oreja a oreja y les empujé a la via. Dudo mucho que sean las dos primeras personas en sobrevivir al atropello de un tren de mercancias de catorce vagones.
Al rato llegó el tren que me llevó hasta Atocha, alli pasé al metro, linea 1.
Sentado en el metro me fijé en la persona que tenia delante. Se trataba de un viejuno que iba comiendo cerezas. El tio tiraba los restos al suelo como si estuviera en su casa, ante mi mirada de "Cortate-o-te-corto-yo" al viejo solo se le ocurre hacerse una palpacion escrotal de cara a la galeria. Mientras acababa de buscarse los testiculos me levanté y le propiné una patada en la cara. Mi pie del 48 acompañado de mis cien kilos de peso aplastaron la cabeza del viejo contra la ventana. Curiosamente su cuerpo cayó al suelo antes de que yo apoyase el pie.
Todos los presentes se levantaron al unisono y comenzaron a aplaudir. Mola ser heroe por un minuto.
Ayudado por dos marujas y un segurata tiramos al viejo por una ventana previamente rota. Por las risas de los viajeros de mas atras deduzco que parte del anciano acabó bajo las ruedas del metro.
Una vez en mi destino, Sol, me abrí paso a traves de la gente con el viejo metodo del papel en llamas.
Fui al corte ingles, hice un par de compras que no pagué y me fui a comer al Mcdonalds.
Alli pedí un cuarto de libra con queso, pero el que me sirvieron no se parecia al de la foto.
Como no habia traido armas me lo tuve que comer.
Di una vuelta por el centro, pasé por Montera y vi muchas chicas que esperaban a sus novios para ir de fiesta. Lo raro es que era muy temprano, pero imagino que la gente queda cada vez mas pronto.
De camino al metro un vagabundo me queria vender dos cargas de napalm y la formula para hacerlo en casa con detergente y no se que mas. Le di los 8 euros que me quedaban de lo que le habia robado al viejo y me fui al metro. En la estacion me topé con un grupo de pijasuperguapas colageno a saco. Gritaron tio bueno y como yo era el unico tio en la estacion me di la vuelta. Me dijeron creido y se rieron. Me acerqué a ellas con una sonrisa de oreja a oreja...
Jamas habia visto a alguien gritar tanto, sabiais que la silicona comienza a explotar cuando supera los 500 grados?
Por fin llegué a mi casa, cené un melon y un par de litros de agua y me puse a escribir un post que empezaba diciendo Hoy parecia que iba a ser un dia normal...

P.D.: Y ahora entendereis porque no me gusta poner el tipico post de lo que he hecho durante el dia. ;)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Plas,plas,plas,plas....
Firmame un autografo, anda.
Falta una matanza de tunos.
A.